Esta semana queremos que conozcáis una preciosa placa de esmalte publicitaria de 60x40cms de la marca Ernemann. El cartel de nuestra colección es en realidad una réplica del original y fue realizada en la década de los '50s o de los '60s. La marca Ernemann, que se mantuvo hasta hace pocos años dedicada a la producción de proyectores de cine, comenzó su andadura a finales del siglo XIX.
El alemán Heinrich Ernemann, propietario de una mercería en Dresde, fundó en 1889 con Matthias Franz un taller de ebanistería para máquinas fotográficas, ya que en esa época las cámaras eran de madera, aunque Matthias dejó la compañía en 1891. Ernemann, de oficio cerrajero, era autodidacta en el campo de la fotografía y pronto mostró un talento para el negocio de la fotografía. Poco a poco Ernemann fue fabricando otros componentes para las cámaras además de las partes de madera y evolucionó hasta convertir su empresa en una de las más importantes en técnica fotográfica del entonces imperio alemán.
La compañía fue creciendo, manteniéndose en la primera linea de avances tecnológicos. En 1923 se construyó la torre Ernemann, de 48 metros y la compañía trasladó allí la fabricación de cámaras. A día de hoy el edificio es uno de los edificios industriales más significativos del siglo pasado y alberga el Museo de Dresde, que contiene la Cámara Oscura de Dresde así como gran cantidad de objetos de la historia industrial y técnica de los últimos 150 años, entre los que por supuesto hay gran cantidad de cámaras y proyectores.
En 1926 Ernemann se asoció con ICA y otros para fundar la Zeiss Ikon, hasta entonces Ernemann tenía 213 patentes en su haber.
La placa de esmalte de nuestra colección fue realizada por Ludwig Hohlwein, un gran y prolífico cartelista alemán. Hohlwein, en sus comienzos arquitecto, centró su carrera desde 1906 en el diseño de carteles y creó para Ernemann un gran número de ilustraciones en las que se reconoce muy claramente su estilo. Su formación en arquitectura queda patente en sus obras, que nos muestran volúmenes rotundos y un gran dominio del dibujo. Sus toques de color y sus juegos con luces y sombras consiguen que sus obras sean siempre reconocibles.
Cámara estéreo de cajón para placas al colodión húmedo (id. 6484), de fabricación francesa perteneciente a una familia noble belga. Se estima que este matrimonio vivió durante el siglo XIX en un castillo de Provenza en Gante (Bélgica) y con esta cámara tomaron bellas imágenes que se han conservado hasta nuestros días en perfecto estado. La pieza está datada aproximadamente en 1860 y está fabricada en una madera encerada y dotada de lentes Dallmeyer.
El colodión húmedo es una técnica fotográfica que a partir de un proceso fotoquímico consiguió una mayor sensibilidad en las emulsiones, lo que permitió a los fotógrafos exponer sus placas de cristal con tiempos que duraban solo unos segundos en lugar de minutos como hasta esa época. Aunque uno de los principales precursores de esta técnica fue el francés Gustave Le Gray (1820-1884), retratista y paisajista fotográfico, el inventor de esta especie de barniz fue el también francés Louis Ménard, en 1846.
Así, el colodión se vertía sobre una placa de vidrio húmeda (de allí el nombre de colodión húmedo), donde se mezclaba al nitrato de plata con el que se sensibilizaba y revelaba la imagen. Esta necesidad de que las placas estuvieran húmedas para su revelado obligaba a los fotógrafos a llevar un laboratorio en forma de carruaje para prepararlas antes de la toma.
Está técnica fotográfica, además de una reducción notable en el tiempo de exposición, permitió reducir costes, lo que supuso la popularización del acceso al mercado de imágenes de famosos por parte de la burguesía y clases medias, por ejemplo gracias a las copias a la albúmina que se conseguían a partir de un negativo generalmente de vidrio al colodión húmedo. Como seña de identidad de este proceso fotoquímico, la imagen suele presentar un color crema que puede tener una tonalidad desde el amarillo al marrón. Además, hay una gran variedad de las placas de vidrio, porque el soporte no estaba estandarizado ni se comercializaba. La cámara de la colección Foticos incluye algunas bellas vistas de cristal tomadas con ella.
No es hasta la década de 1880 en la que el uso del colodión húmedo empezó a ser desplazado por la aparición de la instantánea fotográfica, de las placas secas de vidrio al gelatino-bromuro como las que utilizaban las cámara Kodak. En esa época, el uso de las placas de vidrio al colodión quedaron relegadas a los talleres de artes gráficas.
Sonimag comenzó a celebrarse en 1963, bajo el nombre de Salón de la Imagen. En esta feria los sectores de la fotografía, equipos para cine, óptica y televisión expusieron sus mejores productos; Sonimag era la primera feria monográfica sobre esta especialidad celebrada en España. A lo largo de su historia Sonimag fue dando origen a diversos salones monográficos, por ejemplo en 1981 incorporó bajo Expotrónica los sectores de la electrónica profesional, equipos y componentes, pocos años después Expotrónica adquiría un carácter propio como salón profesional. Lo mismo ocurrió con Sonimagfoto, especializado en la fotografía y el caso más representativo de los salones a los que dió lugar Sonimag.
Las ferias Sonimag fueron desde su nacimiento un exponente nacional al que acudían puntualmente los mejores fabricantes de audio, video y fotografía.
Esta semana os acercamos una original cámara estereo del año 1942 aproximadamente. Concretamente, el modelo Kirk-33, fabricado en Los Ángeles por Stereo Corporation, creadora también de Contura, de la que ya os hablamos en el comunicado 269.
Esta cámara tiene un cuerpo de baquelita marrón con un diseño muy curioso que emula el caparazón de una tortuga. Tomaba pares estereo de 28x28mm en un rollo de película de 828, y en el libro de instrucciones recomendaba usar película de diapositivas Kodakchrome, aunque su control de exposición era muy limitado, por lo que llevó a muchos usuarios a hacer instantáneas demasiado oscuras o demasiado claras. Tenía dos botones de obturación, uno para exposiciones instantáneas y otro para exposiciones temporales.
Se sacó en pleno boom de lo estereo en los años 50, y su precio salida fueron de 12,95 dólares, tal y como puede verse en la publicidad bajo estas líneas, donde se resaltan las bondades de este aparato, que permite tomar perfectas fotografías en 3D.
La cámara se vendió junto con el visor y un libro de instrucciones donde te explicaban cómo montar las instantáneas una vez reveladas. Por ello, junto con la cámara y el visor se acompañaba también una especie de portaplacas transparente para poder montar tus propias vistas estereo.
Es reseñable que el diseño de la cámara es muy similar a la cámara que sacó paralelamente en la década de los 40 Haneel Tri-Vision, lo que hace intuir las líneas que estaban de moda en esa época, así como el boom del nuevo hobby americano.
Este particular álbum está completo con todas sus páginas, gracias a él podemos conocer a toda la familia. En la primera página aparece, junto a la Virgen del Pilar, la matriarca de la familia: la condesa de Isla.
A lo largo de sus hojas vamos conociendo a todos los componentes familiares, así como a algunas personalidades políticas de la época que podían tener cierta relación con los Sancristóval, que así se llamaban los condes. Algunas de las fotografías han sido coloreadas a mano.
Mención especial merece la imagen del XIX Conde de Saldaña, Don Andrés Avelino María de Arteaga y Silva (casado con doña María del Belén Echagüe y Méndez de Vigo, que aparece en la misma página), que entre otros ostentaba los siguientes títulos: XVI Duque del Infantado, XI Marqués de Ariza, Almirante de Aragón, XII Marqués de Estepa, XIII Conde de la Monclova, XXII Señor de la Casa de Lazcano, cinco veces Grande de España, XI Marqués de Armunia, XIV de la Guardia,... Además el Conde de Saldaña era Senador del Reino y Gentilhombre de Cámara de S. M. el Rey.
Gracias a estas imágenes podemos hacernos una idea tanto de la indumentaria de la época, especialmente llamativos resultan los trajes de oficiales de caballería de la familia y del mayoral de una de las fincas campestres o los que llevan los más pequeños de la casa.
La colección de fotos que alberga este álbum corresponde a diferentes fotógrafos de la época, alguno de los cuales estamos seguros de que ya os sonarán: Júdez, Hortelano, Pescador, Coyne, Disderi...