Aceptando la amable invitación de Foticos, me permito resumir en estas pocas palabras mi opinión sobre una colección fotográfica, que hoy forma parte de las mejores muestras que en nuestro país pueden admirarse.
Foticos, a través de sus fondos de material fotográfico, tiene la particularidad de ser una idea en marcha que con destreza y continuidad ha alcanzado un nivel cuantitativo y cualitativo que supera la calificación de sobresaliente, no solo por la amplitud de miras con que ha sido concebida, sino por la actividad constante en su compleción, dedicación y muy especialmente por una magnífica idea que la preside: conservar un patrimonio fotográfico, la más sagrada condición a la que el coleccionismo debe llegar.
Una afortunada dedicación y, la suma de los conocimientos adquiridos, han logrado un conjunto multidisciplinar de piezas que pueden constituir la firme base de una institución que, a todos los niveles, prestigie permanentemente con la exhibición de su importante acervo fotográfico. Trabajar así es trabajar bien y es amar la cultura.
La meta propuesta no es fácil y, en ella parece que no se encuentra nunca el final; sin embargo, el amplio sector histórico-fotográfico que abarcan sus actuales fondos y, la acertada selección individual realizada, de acreditada calidad, con elementos de especial rareza, logran en mi opinión y en estos momentos, que no se trate de un simple comienzo sino de una meritoria realidad.
La especial orientación hacia un tema, tan próximo como la salvaguarda de las realizaciones de la industria fotográfica española, de la que cuenta con importantes piezas, alguna únicas, hace especialmente notable y atrayente este proyecto.
Mi felicitación a su autor y a cuantas personas con su bien hacer concurren en él.
Escritor y asesor de diversas obras.
Hace tiempo que me pasaron un enlace para que entrara en una página de un tal Foticos. Me hizo gracia el nombre y pensé: “verás con este nombre lo que te vas a encontrar” pues no, nunca me imaginé que entrara a la que para mí es la mayor expresión del mundo del coleccionismo fotográfico.
Ya solo cuando entras en su página de inicio, te das cuenta que no estás delante de alguien que ha montado un chiringuito fotográfico y lo quiere enseñar a sus amigos. No os hablo de la cara que se te pone a medida que navegas por sus páginas y ves lo que este hombre (Jesús) tiene.
Acereda ha descrito perfectamente lo que hay detrás de Foticos, yo no voy añadir nada nuevo de lo que en este comentario se lee. Si que me orgullece que alguna vez sea algo español el que pueda marcar distancias en Europa a nivel museístico.
No creo que en nuestro continente haya una colección así. Soy partidario de los museos, de poder enseñar al mundo piezas únicas, historia y todo aquello relacionado con el fabuloso mundo de la fotografía.
Seguramente en algunos hogares habrá colecciones fantásticas, pero allí se quedan, el mundo no las puede ver. Esta claro que todo coleccionista piensa que hacer después con ellas, Foticos no, Foticos ya las tiene en su museo para deleite de todo aquel que se quiera acercar.
Acabo dando la enhorabuena a Jesús por este trabajo silencioso pero tan productivo que hace que sea la mejor colección que yo he visto.
Investigador y coleccionista.
Mi trayectoria profesional como director del Museo del Cine Carlos Jiménez, además de miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematrogáfias y dentro del mundo del coleccionismo es bastante conocida a través de los medios de comunicación que, hasta la fecha, se han hecho eco de nuestras actividades museísticas en más de 750 ocasiones (prensa, radio, televisión, etc.). En ellas se suele valorar el tesón y el esfuerzo de alguien que, de forma particular o privada, y con un enorme esfuerzo motivado por su pasión, logra reunir un ingente número de obras para convertirlas en fuente cultural y deleite expositivo.
Precisamente por todo esto (quizá con cierta inmodestia), después de toda una vida dedicada al coleccionismo cinematográfico, sé comprender, admirar y valorar el trabajo que lleva a cabo Foticoscollection, máxime cuando veo sus frutos: una enorme colección fotográfica orientada hacia la estereoscopía con piezas u obras inéditas adquiridas en subastas internacionales tras un arduo seguimiento y un amplio desembolso, sin contar todo el tiempo y trabajo que esta tarea conlleva.
El coleccionista es aquella persona que rescata piezas del pasado para reconstruir una historia que de otra forma se perdería. Se trata de un enorme trabajo que solamente puede realizarse con una ilusión que hace ver fácil lo que es difícil. Las piezas hay que buscarlas, encontrarlas, adquirirlas, transportarlas, restaurarlas y conservarlas. Y el coleccionista, por su parte, ha de disponer además de su pasión, de una serie de elementos y circunstancias que le permitan su labor. Y todo ello sin pretender más beneficio que el disfrute de unas obras que le transportan al pasado. En Foticoscollection se han dado estas circunstancias y, lo que es más importante, las ha sabido aprovechar. Es cierto que dispone de los medios –nunca todos- pero sin tesón, pasión, ilusión y amor a su trabajo, ninguno de ellos tendría valor.
Hoy esta colección puede presentarse, sin lugar a dudas, como una de las mayores y mejores conocidas sobre la estereoscopia. La inmensa labor realizada probablemente nunca será reconocida lo suficiente, pero su obra quedará en beneficio de futuras generaciones que conocerán la historia de la estereoscopía a través de estos artilugios de origen y de incalculable valor.
Gracias, Foticoscolecction, por formar, mantener y ampliar día a día esta maravillosa colección. Sin duda, es una una extraordinaria labor social que se está llevando a cabo, presentando y difundiendo esta faceta tan peculiar de la cultura –no solamente nacional-. Esta labor merece el aplauso de todos. Y lo dice un coleccionista con más de medio siglo de experiencia, que conoce muy bien el valor de esta colección.
Un afectuoso saludo.
Director del Museo del Cine
Cuando concreté con Jesús la cita para visitar su colección creía saber ya de antemano lo que me encontraría: una estupenda colección de cámaras fotográficas de todas clases y numerosos artilugios relacionados con la fotografía, pues algo había ya anticipado consultando su página en Internet.
Pero la sensación que experimenté nada más entrar en la sala es muy difícil de traducir en palabras, Jesús nos dejó solos a Teresa y a mi durante unos minutos, seguro que deliberadamente, recorrimos lentamente los pasillos con mesas y vitrinas repletas de objetos fotográficos, podíamos tocar todo, pasar páginas de los álbumes de fotos, repasar los cientos de cartes de visites apilados en una caja de cartón... fue casi como una ensoñación, como haber entrado de repente en una especie de cueva de Alí Babá repleta de tesoros fotográficos.
Fue una sensación que será difícil repetir y que no es exactamente la misma que cuando se visita un Museo tradicional con todos los objetos perfectamente enclaustrados en sus vitrinas.
La colección no se compone solo de cámaras fotográficas sino de toda clase de objetos fotográficos históricos, desde elementos publicitarios hasta un increíble expositor de los pequeños retratos en tarjeta, un objeto único y desconocido. Solo una gran pasión y una enorme dedicación permiten lograr algo así. Como coleccionista sé que no es tarea fácil, que requiere muchas cualidades, mucho tesón y mucho tiempo. Por ello no puedo por menos que felicitar efusivamente a Jesús por haber logrado crear esta extraordinaria colección, una colección viva y en permanente crecimiento, que sin duda es ya una de las más importantes en su temática.
Queda una labor importantísima para cualquier colección, que es la difundir y compartir, pero Jesús es consciente de ello y ya está en la tarea. Ojalá que el Museo sea pronto una realidad y todo el que quiera pueda admirar y estudiar esta magnífica Colección.
Colección Fernández Rivero
Desde hace 60 años, soy adicto a las cámaras fotográficas de todos los tiempos. Durante este tiempo he compartido con buen número de coleccionistas y fotógrafos mi pasión, pero recuerdo con especial cariño y nostalgia las reuniones que en los años 80 celebrábamos cada sábado en Barcelona, cerca del mercado de los Encantes. Coincidíamos allí un buen número de amigos, unidos por la común afición a la fotografía en cualquiera de sus aspectos. Cada uno exponía sus experiencias, mostraba sus últimas adquisiciones, ponía en común las informaciones y novedades que le llegaban… Todos aprendíamos de todos. Fue una época maravillosa.
En una de esas reuniones, presenté a mis contertulios unos proyectos de cámaras artesanales. Su valoración fue muy positiva y me animaron a construir más modelos, hasta alcanzar las 50 unidades, de diversos tipos: cámaras estenopeicas, estereoscópicas, angulares, visores… Hoy siguen formando parte, en su mayoría, de colecciones particulares.
Hasta la fecha, sigo manteniendo mi afición, incrementando mi colección gracias a las inmensas posibilidades que ofrece la compra online. Fue precisamente a través de internet que contacté con Jesús de Foticos que me invitó a conocernos personalmente. Cuando nos encontramos, me sorprendió muy gratamente hallarme frente a una persona jovial, de trato cercano y muy activo, condición esta última indispensable para haber podido reunir en relativamente poco tiempo la impresionante colección FOTICOS - COLLECTION.
La buena impresión que me causó me animó a colaborar con él con la modesta aportación de algunas de mis creaciones, agradeciéndole que haya tenido a bien incorporarlas al Museo Foticos.
Gracias, Jesús, por tu inciativa, por esta maravillosa ventana abierta a la historia de la fotografía.
Tuve la suerte de conocer a Jesús Fernández y a su esposa Eva a principios de 2019 cuando me invitó a conocer los fondos de su colección y el proyecto que tenía del “Museo Foticos” en Cuarte de Huerva próximo a Zaragoza. Él me había conocido a través de mi página web “colección de cámaras Corsino” y deseaba intercambiar opiniones e ideas para su magna obra museística.
Quedé gratamente impresionado ante la variedad y calidad de las interesantes piezas que pude contemplar. Conozco varios museos en España y en el extranjero y puedo afirmar que, por ejemplo, su colección de material estereoscópico y de pre-cine o pre-fotografía, puede considerarse de lo más importante en el mundo.
Aunque en estos momentos, finales del año 2021, no se ha concluido la construcción del museo, se puede contemplar una muestra en la excelente página web (Foticos collection) que ha editado para deleite de los aficionados.
Es una pena que un proyecto cultural tan interesante para toda España, no cuente, ni con ayuda económica, ni siquiera con la necesaria cooperación de la Administración que permita la construcción del que será el mejor museo de material fotográfico, abierto al público de nuestro país. Además Foticos ha ido adquiriendo por todo el mundo piezas muy interesantes que de otra manera nunca habrían llegado a nuestra tierra, debido a la precariedad española de los dos últimos siglos en material de fotografía. No olvidemos que la fotografía se ha convertido en el “arte más social y divulgado del mundo” gracias a la cantidad de fotos que se hacen en la actualidad con los teléfonos móviles, y para la mayor parte de la población es interesante saber cómo se produjeron los “inicios” de ese difícil arte que hoy se practica con tanta facilidad.
La conocida frase: “Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer”, en el matrimonio Jesús-Eva, se cumple a la perfección. Eva proviene de una familia de fotógrafos e industriales de ese gremio y le apoya absolutamente. Conociéndoles un poco, sé que con su determinación y empeño conseguirán culminar el proyecto de museo que yo conocí en planos.
Les deseo toda la suerte del mundo, ya que en España merecemos tener una obra cultural de esa envergadura y aunque estoy a 600 kms de ellos, espero poder asistir a la inauguración del museo y a otras citas importantes que celebren. Enhorabuena!!!
Coleccionista, conferenciante e investigador de fotografía antigua.
Conocí a Jesús en Agosto de este año. Después de una grata conversación telefónica, a los pocos días estaba visitándole en Cuarte de Huerva en Zaragoza.
Estoy acostumbrado a ver importantes colecciones de otras materias, algunas de ellas premiadas internacionalmente. La colección de Jesús no sólo es importante por la rareza de muchas de sus piezas, si no por la amplitud de ella.
No tengo duda alguna, de que en el momento en que se vaya dando a conocer con mayor amplitud, va a ser una de las colecciones de referencia a nivel mundial.
Reunir un conjunto de tal magnitud, además del importante desembolso económico que hay que realizar, algo reservado para pocos bolsillos, requiere literalmente una vida entera dedicado a ello. A buscar aquella nueva pieza que cubra un hueco en la colección.
Animo a todos aquellos aficionados a la historia de la fotografía, que cuando tengan la ocasión visiten este singular museo, ya que no tendrán muchas más ocasiones de recrearse con un conjunto tan importante.
Aprovecho la ocasión para agradecer a Jesús, su desinteresada y amable colaboración aportándome imágenes de gran calidad de su colección, que ilustrarán mi libro próximo a aparecer “Los retratistas pioneros de la corte 1858-1865. Catalogación de las primeras firmas en tarjetas de visita”.
Académico de número de la Real Academia de Filatelia e Historia Postal
No dejo de sorprenderme al recorrer, casi a diario, las páginas del museo. Son el fiel reflejo de tantos años de búsqueda, pasión y amor por la fotografía. El extraordinario trabajo que lleva adelante el Sr. Fernández, hace mas de treinta años, nos permite, a aquellos que nos encontramos en país tan lejanos como Argentina, deleitaros con piezas incunables de la historia mundial de las cámaras y aparatos asociados a la fotografía.
Felicito a los integrantes del museo Foticos por el enorme trabajo en pos de la preservación y valoración del arte fotográfico.
Fotógrafo, docente e investigador. Autor del libro “Cámaras Fotográficas Argentinas”, registro de su historia