<div>La Kolibri es una <strong>cámara fabricada entre 1930 y 1935 por Zeiss Ikon AG en Dresden, Alemania</strong>. Esta cámara utiliza una película de tipo 127 con 16 exposiciones de 3x4 cms. La cámara está fabricada en metal y se presenta totalmente forrada de piel negra. La disposición de la cámara es vertical y su objetivo está montado sobre un tubo retráctil cromado; la cámara dispone de un visor óptico plegable en la parte superior. Originariamente la Kolibri contaba además con un pivote a modo de pata, para mantener la cámara fija en posición vertical.<br>Zeiss Ikon, Dresden. Cámara compacta de 3 x 4 cm en 127 películas, Tessar 3,5/5 cm en Compur. Interior con canal de película modificado y, por lo tanto, sin número.</div>
Referencia: #7649
Datación: 1930
Made in:
Marca:
a Zeiss Ikon Kolibri (id. 7649).
La Kolibri es una cámara fabricada entre 1930 y 1935 por Zeiss Ikon AG en Dresden, Alemania. Esta cámara utiliza una película de tipo 127 con 16 exposiciones de 3x4 cms. La cámara está fabricada en metal y se presenta totalmente forrada de piel negra. La disposición de la cámara es vertical y su objetivo está montado sobre un tubo retráctil cromado; la cámara dispone de un visor óptico plegable en la parte superior. Originariamente la Kolibri contaba además con un pivote a modo de pata, para mantener la cámara fija en posición vertical.
En 1930 los fabricantes de cámaras alemanes se centraban principalmente en hacer cámaras de película en rollo que seguían un diseño que había evolucionado a partir del las cámaras de placa plegable. Intentaban hacer simplemente una versión más compacta, por lo que en ese momento era difícil distinguir unas cámaras de otras, todas tenían un aspecto muy similar. La Kolibri en cambio lucía una forma y diseño muy originales y se diferenciaba de las demás por su ausencia de fuelle. Esta cámara fue conocida también como la "cámara-joya" (y como en el caso de las joyas, su precio no era precisamente barato) y como tal se presentaba en un precioso estuche forrado de terciopelo en su interior.
Como en muchas de las cámaras Zeiss Ikon, para fabricar este modelo se prestó gran atención al diseño. La cámara Kolibri resulta muy atractiva gracias a su cuidados detalles, como sus esquinas redondeadas (aunque este detalle pueda hacer la cámara un poco más difícil de sujetar). Zeiss Ikon destacó precisamente por su magnífico departamento de diseño, que cuidaba hasta el último detalle de sus nuevos productos.