<div>Fotografía a la albúmina Tamaño: 8,5x17,5<br><br><strong>Histórico daguerrotipo estéreo datado en 1854 aproximadamente</strong>. En él se muestra una de las fuentes del Patio Renacentista del <strong>Crystal Palace (Palacio de Cristal) de Londres</strong>, una gigantesca sala de exposiciones situada en Hyde Park, que fue el lugar donde se celebró la primera Exposición Internacional en 1851.<br><br><strong>Esta estructura de hierro con paredes de cristal no estaba destinada a ser permanente</strong>. El cuerpo principal del edificio medía 563 metros de largo y 124 metros de ancho, con un crucero central de 33 metros de altura. Esta obra de arte se hizo icónica y estableció un estándar arquitectónico que fue adoptado en exposiciones internacionales posteriores. Pues bien, tras albergar la Gran Exposición de 1851 (como también se llamó a esta primera edición),<strong> el Palacio de Cristal fue desmantelado y reconstruido en un emplazamiento en Sydenham</strong>. A su inauguración asistió la Reina Victoria. El "Palacio del Pueblo", como se le conoció también, fue al principio un gran éxito como primer "parque temático" del mundo.</div><div><br></div><div><strong>Aunque este daguerrotipo estéreo de 17,4x8,6cm no está firmado, se pueden hacer algunas conjeturas</strong>. Pocos fueron los fotógrafos que por aquel entonces tuvieron los permisos y medios necesarios para retratar el interior del Palacio de Cristal. Por un lado, el fotógrafo inglés<strong> Thomas Richard Williams </strong>(1824-1871) fue ampliamente conocido por una serie de cuarenta y cinco vistas estéreo del Palacio de Cristal numeradas y anotadas publicadas por la London Stereoscopic Company en forma de daguerrotipo y tarjeta.<br>No obstante, cabe también la posibilidad de que esta vista estéreo del interior del Palacio de Cristal fuese tomada por Henry Negretti (1818-1879) y Joseph Zambra (1822-1897). En 1854<strong> Negretti y Zambra</strong> se convirtieron en los fotógrafos oficiales de la Crystal Palace Company, lo que les permitió fotografiar el interior y los terrenos del edificio, gracias a lo cual se produjeron una serie de vistas estéreo.</div><div><br></div><div>Ya sea obra de T. R. Williams o de Negretti y Zambra o quizás de ninguno de ellos, lo cierto es que se trata de una <strong>obra de arte de incalculable valor que refleja a la perfección el poder visual y la longevidad de los daguerrotipos</strong>, que ha llegado hasta nuestros días en perfectas condiciones. </div>