Eva Zippel era una escultora y dibujante que trabajó para la empresa de juguetes Shleich y que en la segunda mitad del siglo XX realizó más de una docena de figuras publicitarias para distintas marcas europeas, entre ellas, este muñeco de PVC blando, propaganda de Agfa-Gevart, que tenemos en la colección de Foticos. Cien años antes de que Eva Zippel diseñara este muñeco, en 1867, se estableció una fábrica de tintas de color cerca de Berlín: fue el germen de lo que después sería AGFA, uno de los mayores fabricantes de película fotográfica. Unas décadas después, en 1890, el industrial Lieven Gevaert, con tan solo 22 años estableció un taller en Amberes (Bélgica) dedicado a la fabricación de papel de calcio para la todavía incipiente industria fotográfica. Fue en 1894 cuando se creó la sociedad anónima L. Gevert&Cie (1894-1964), que tan solo un año después comenzó a expandirse por Europa (llegando incluso a establecerse en España en los años 20). A comienzos del siglo XX tanto Agfa como Gevaert eran auténticos gigantes en la industria fotográfica. Si bien Gevaert perseguía una fusión desde ya 1940, no fue hasta 1964 en que llegaron a unirse bajo el nombre de Agfa-Gevaert (con mayoría de AGFA), coincidiendo además con el 125 aniversario de la fotografía. Fue una relación comercial que les aportó grandes éxitos en el mercado fotográfico. Llegaron a tener oficinas en 40 países y representación en más de cien, dando empleo a unas 15.000 personas en todo el mundo. Pero apenas 17 años después, en 1981, debido a la crisis internacional en el mercado de la plata (principal materia prima de los materiales fotográficos) que disparó su valor, Gevaert no pudo hacer frente a la misma y el grupo Bayer (propietario de AGFA desde 1921) pasó a absorver el 100% de la compañía, pasando a conocerse exclusivamente como AGFA. En España, Gevaert tuvo una gran presencia en el siglo XX. Ya a comienzos de la década de los 20, de la mano de los empresarios españoles Antonio y Rafael Garriga se creó Infonal (Industria Fotográfica Nacional, con participación de la belga Gevaert). Fueron fuertes incluso durante la Guerra Civil y subsistieron tras el conflicto bélico. De hecho, con la fusión de Agfa y Gevaert, se creó también en 1966 Agfa-Gevaert, S.A., filial española.