Libro 'Viajes fotográficos de Santaigo Ramón y Cajal' de José Antonio Hernández Latas
Viajes fotográficos de Santiago Ramón y Cajal. 3 tomos en estuche precintado. J. A. Hernández Latas
José Antonio Hernández Latas, Viajes fotográficos de Santiago Ramón y Cajal. Editados por las Cortes de Aragón. Catálogos de las exposiciones celebradas en los años 2000, 2001 y 2002 en la Capilla de San Martín del Palacio de la Aljafería. Tres volúmenes presentados en un estuche precintado. Medidas: 23 x 24 cm. Tapas blandas con solapas. Cada volumen contiene unas 150 págs. en donde se reproducen y comentan las placas y vistas estereoscópicas tomadas por Ramón y Cajal en estos tres viajes:
1. De París a Los Estados Unidos 1899
2. Italia 1903
3. Londres 1908
Referencia: #8666
Datación: 2001
Esta semana queremos hablaros de una obra literaria de gran importancia en la historia de la fotografía, por su exclusividad y su cercanía con Aragón: se trata de la colección de tres tomos de "Viajes fotográficos de Santiago Ramón y Cajal" que editó, con la autorización de la familia del Premio Nóbel español, el investigador zaragozano José Antonio Hernández Latas, que estuvo hace unos meses visitando la colección de Foticos.
Como muchos sabéis, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), nacido en un pequeño enclave navarro de la provincia de Zaragoza, fue un médico e investigador al que se le considera el padre de la neurociencia. Pero menos sonada fue su pasión por la fotografía, a la que dedicó buena parte de su vida. Fruto de la cual se conserva un legado muy importante de cámaras, visores y vistas.
Su aproximación a la fotografía fue a la temprana edad de 8 años, en Ayerbe, cuando descubrió durante uno de sus castigos en un cuarto semisubterráneo las maravillas de la "cámara oscura" al reflejarse en una de las paredes imágenes del exterior que proyectaba la luz que atravesaba un diminuto ventanillo. Por supuesto, no había inventado el concepto de la cámara oscura, pero le generó una curiosidad por todo lo relativo a la fotografía que lo acompañó durante toda su vida.
A la edad de 16 años, conoció el daguerrotipo de la mano de un fotógrafo ambulante en Huesca, también llamado "fotógrafo minutero", porque en cuestión de minutos conseguían un retrato positivado de sus clientes. También perfeccionó la técnica de la fotografía al colodión húmedo. De hecho, sorprenden los autoretratos de Ramón y Cajal, desde muy joven, donde se aprecia que sostiene en su mano un disparador automático.
El científico siempre viajó por el mundo capturando detalles y gentes durante sus recorridos culturales y científicos con su cámara Verascope estereoscópica de bolsillo. Ramón y Cajal realizó importantes aportes al mundo de la fotografía, que llevaron a la Real Sociedad Fotográfica a nombrarlo presidente de honor en 1900. Entre 1901 y 1926 publicó dieciséis artículos y una monografía en relación con las aplicaciones de la fotografía, las reproducciones del color o la morfología de las emulsiones.
La colección de 'Los viajes fotográficos de Ramón y Cajal' constituyen una muestra de que el científico español fue, sin duda, el precursor de la fotografía periodística. En una de sus obras habla de la fotografía como un elemento de perdurabilidad para inmortalizar el devenir de la historia:
"Privilegio de la fotografía, como del arte, es inmortalizar las fugitivas creaciones de la naturaleza. Gracias a aquélla, parecen revivir generaciones extinguidas, seres sin historia que no dejaron la menor huella de su existencia. Porque la vida pasa pero la imagen queda."
Un par de instantáneas tomadas por Ramón y Cajal y contenidas en su colección