<div>Hacia <strong>1956 el Instituto Geográfico y Catastral Español compró al Servicio Topográfico Federal Suizo la patente del esgrafiado en cristal </strong>y la empezó a utilizar inmediatamente en la producción de mapas (España optó por el soporte de cristal frente al plástico, gracias a la posibilidad de fabricar cristal en nuestro país). Este nuevo sistema de realización de originales cartográficos permitió una mayor rapidez y una uniformidad en los originales, mejorando la calidad del trazado.<br><br>El proceso de la elaboración de mapas comienza con la recogida de datos toponímicos y fotográficos del terreno, de los que se obtendrán los originales para impresión. <strong>Durante el esgrafiado se utilizan unas agujas de zafiro para abrir líneas sobre el plástico o cristal sobre el que se ha extendido una emulsión fotográfica.</strong> El delineante marca en cada caso solamente las líneas que han de imprimirse de cada color, obteniendo tantos originales (planchas) como colores va a tener el mapa. Estas líneas convierten a la base en un negativo fotográfico, que posteriormente se pasa a soporte metálico, quedando listo para su impresión en offset.</div>