<div>El gigante fotográfico Kodak <strong>desembarcó en la Península Ibérica en 1914</strong>. De hecho, cabe recordar que ya en sus orígenes George Eastman, fundador de esta firma americana, pensó en expandir su imperio cuando ideó el nombre de <strong>Kodak, una palabra corta, sencilla, fácil de pronunciar</strong> en cualquier idioma y de retener.<br><br>En la década de los años 30, Kodak España ideó una campaña de Márketing con modelos de cámara inglesas y americanos reconvertidos sutilmente al lenguaje popular español. Así,<strong> lanzó al mercado una tirada con nombres de animales: Halcón (provenía de la traducción literal de Hawkeye “ojo del halcón”), Lince y Fénix</strong>. <br>En la prensa española hablaban de estas cámaras como si se tratasen de productos nacionales, fabricados en nuestro país. Pero no fue ese el caso. El modelo Halcón, que salió de Inglaterra, estaba pensado claramente para el público infantil y se vendió por 24 pesetas. Por su parte, tanto la Lince como la Fénix eran versiones “tuneadas” con su nombre grabado en el asa de la Junior 620. Los que se comercializaron en España procedían de Alemania, bajo diseño Nagel. La Lince fue lanzada al mercado en 1934, coincidiendo con el vigésimo aniversario de Kodak S. A. E. al económico precio de 25 pesetas.<br> <br>Por su parte, la <strong>cámara Fénix </strong>pretendía relanzar las ventas antes del verano con una agresiva campaña de Márketing en el año 1936, que ofrecía un gran descuento por entregar en el momento de la compra su viejo aparato fotográfico. Esta estrategia comercial supuso que miles de cámaras de los años 20 y 30 salieron del mercado, lo que supone una gran pérdida para los coleccionistas actuales. <br>En estra estrategia entraron los carteles publicitarios como este folleto español sobre la nueva oferta estratégica de Kodak, S.A. para promocionar la venta de las Kodak Fénix. </div>