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Hoy os traemos una historia de superación, la de la marca española Anaca, que debe su nombre al acrónimo de su creador: Angel Navarro Candel. En un contexto de posguerra, escasez y aislamiento internacional, un emprendedor murciano consiguió destacar y hacer historia dentro de la industria fotográfica gracias a la fabricación, casi de forma artesanal, de cámaras de estudio, que además llegaron a considerarse las mejores del mundo en sus años.
Ángel Navarro junto a uno de sus creaciones, la Anaca.
Ángel Navarro era un cerrajero murciano, sin estudios pero con un ingenio desbordante, que inventó la cámara Anaca. Esta cámara de estudio ofrecía como ventaja la de ser mecánica, en lugar de madera, como las que había hasta la fecha. Desde 1953 hasta 1978, Navarro construyó casi mil cámaras a mano, que se exportaron a toda la geografía nacional y buena parte de Europa. Siempre escuchaba a sus clientes y trataba de mejorar sus creaciones con sus apreciaciones. Incluso, llegó a adaptar su Anaca para un fotógrafo que perdió el brazo derecho en un acidente de trabajo.
La cámara Anaca se expuso por primera vez en la Photokina de 1958. La revista Arte Fotográfico resaltó su participación y sus cualidades en enero de 1959 "Esta cámara ha llamado la atención en la Photokinia por su acertado proyecto y construcción. Es de construcción totalmente metálica, y sus mandos están dispuestos de total forma que se puede enfocar en cualquier ángulo que se desee sin dejar de observar la imagen en el cristal esmerilado"
Uno de los modelos de la Anaca, fabricado en 1965
Así pues, la casa Anaca consiguió sobreponerse a unas condiciones poco favorables y se convirtió en uno de los máximos exponentes de la fabricación fotográfica española durante más de dos décadas. La mayoría de sus cámaras llevan objetivos alemanes, concretamente Scheneider, porque en la industria española no había buenas ópticas.
La firma Anaca puso en el mercado un total de sesenta y un objetos relacionados en la fotografía, de los cuales 18 eran difrentes modelos de cámaras de estudio. De ahí que sus aparatos fueran utilizados por los grandes retratistas españoles de la época.