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Las fotos redondas que se realizaban con la cámara Kodak Box de finales del siglo XIX.
En el comunicado 245 os hablábamos ya de la cámara Kodak Box, la primera cámara de rollo de film que lanzó Kodak con la intención de popularizar la fotografía. Como os decíamos ya entonces, el invento de Kodak facilitaba enormemente el uso de la cámara: hasta ese momento los fotógrafos debían cargar con cámaras voluminosas y pesadas, y en muchos casos también con un equipo de revelado portátil. En cambio con la cámara Kodak Box, tal como decía su eslógan, el cliente solamente debía apretar el botón, Kodak se encargaba del resto (una vez utilizada la película el cliente debía devolver la cámara al fabricante, que se la devolvía cargada de nuevo y con las fotografías reveladas). Doce años más tarde del lanzamiento de la Kodak Box Eastman lanzó la Brownie, que incluía la novedad de que la película podía ser retirada de la cámara una vez agotada.
La película de rollo en papel con la que se cargaba la Kodak Box permitía obtener 100 fotografías circulares de 6,4cms de diámetro. El rollo de la primera cámara estaba basado en papel, que pronto fue reemplazado por película de celulosa, transparente y flexible. Las imágenes redondas permitían además evitar las esquinas, donde la óptica no resolvía la imagen de modo satisfactorio, además de evitaban cualquier otra pequeña inexactitud como las fotos con horizontes torcidos.
George Eastman, fundador de Kodak, comprendió pronto que el negocio fotográfico no estaba tanto en las cámaras, sino en el procesamiento de la película, algo que si lo extrapolamos a la realidad actual podemos comparar con lo que sucede con las impresoras de inyección de tinta: un aparato puede resultar barato para el cliente, pero los consumibles significan compras constantes. Por ello para el lanzamiento de la Kodak Box Eastman contó con Brownell para el diseño de un modelo sencillo, de foco fijo y sin visor, prácticamente una caja de cartón.
Las fotografías redondas que se conservan evidencian que ya son realmente "instantáneas", es decir, muestran una realidad en movimiento que no tenía que posar para la fotografía necesariamente para que ésta no saliera movida. Las fotografías que han pasado a formar parte de nuestra colección son una muestra de cómo era la vida hacia 1888 (año de lanzamiento de la Kodak Box): el vestuario, las actividades, las ciudades, las máquinas... todo ha quedado retratado para siempre con este formato tan peculiar.